Philemon 1
1 y a la carísima hermana nuestra Apia, su esposa, y a Arquipo, nuestro compañero en los combates, o en la milicia de Cristo , y a la Iglesia congregada en tu casa,
2 gracia y paz a vosotros, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
3 Acordándome siempre de ti en mis oraciones, querido Filemón, doy gracias a mi Dios,
4 oyendo la fe que tienes en el Señor Jesús , y tu caridad para con todos los santos o fieles,
5 y de qué manera la liberalidad que nace de tu fe resplandece a la vista de todo el mundo, haciéndose patente por medio de todas las obras buenas que se practican en tu casa por amor de Jesucristo.
6 Así es que no he tenido gran gozo y consuelo en las obras de tu caridad, viendo cuánto recreo y alivio han recibido de tu bondad, hermano mío, los corazones de los santos, o fieles necesitados.
7 Por este motivo, no obstante la libertad que pudiese yo tomarme en Jesucristo para mandarte una cosa que es de tu obligación,
8 con todo, lo mucho que te amo me hace preferir suplicártela, aunque sea lo que soy respecto de ti, esto es, aunque yo sea Pablo, el apóstol, ya anciano, y además preso ahora por amor de Jesucristo.
9 Te ruego, pues, por mi hijo Onésimo, a quien he engendrado, o dado la vida de la gracia, entre las cadenas,
10 Onésimo, que en algún tiempo fue para ti inútil, y ahora tanto para ti como para mí es provechoso,
11 el cual te lo vuelvo a enviar. Tú de tu parte recíbele como a mis entrañas, o como si fuera hijo mío.
12 Yo había pensado retenerle conmigo, para que me sirviese por ti, durante la prisión en que estoy por la buena nueva;
13 pero nada he querido hacer sin tu consentimiento, para que tu beneficio no fuese como forzado, sino voluntario.
14 Que quizá él te ha dejado por algún tiempo, a fin de que le recobrases para siempre,
15 no ya como siervo, sino como quien de siervo ha venido a ser por el bautismo un hermano muy amado, de mí en particular; ¿pero cuánto más de ti, pues que te pertenece según el mundo y según el Señor?
16 Ahora bien, si me tienes por íntimo compañero tuyo, acógele como a mí mismo.
17 Y si te ha causado algún detrimento o te debe algo, apúntalo a mi cuenta.
18 Yo, Pablo, te lo he escrito de mi puño; yo lo pagaré, por no decirte que tú te me debes todo a mí, puesto que te convertí a la fe.
19 Sí, por cierto, hermano. Reciba yo de ti este gozo en el Señor. Da en nombre del Señor este consuelo a mi corazón.
20 Confiado en tu obediencia te escribo, sabiendo que harás aun mucho más de lo que digo.
21 Y al mismo tiempo dispónme también hospedaje; pues espero que por vuestras oraciones os he de ser restituido.
22 Epafras, preso conmigo por amor de Jesucristo, te saluda,
23 con Marcos, Aristarco, Demas y Lucas que me ayudan y acompañan.
24 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
25 Dios, que en otro tiempo habló a nuestros padres en diferentes ocasiones y de muchas maneras por los profetas,